Mi obsesión con los viajes en el tiempo
Desde
que era pequeño siempre me han fascinado tres cosas; de que somos
parte realmente, la inspiración en si misma y los viajes en el
tiempo. Hoy hablaré de los viajes en el tiempo.Siempre he fantaseado
con la idea de viajar en el tiempo (como todos), pero en mi caso ha
sido de una manera especial. Nunca me ha suscitado interés este tipo
de viajes para arreglar mis propios errores o cambiar hechos aunque
también lo hubiese pensado alguna vez (como todos), sino para ir al
primer instante del tiempo y ver el comienzo, ir viendo épocas e ir
siendo testigo de ciertos hechos que hoy día son todo un misterio
para nuestros eruditos.
Me
encantaría poseer ese conocimientos primigenio y ver quien fue el
furioso camarada que mató a la momia Otzi, indagar sobre el sistema
de construcción de las pirámides, esperar en las costas americanas
a los primeros y reales conquistadores, seguir a Lee Harvey Oswald
para ver como no pudo matar a Kennedy y comprender la auténtica
conspiración que existió detrás de este incidente, saber que
conversación existió entre Karol Wojtyla y Ali Ağca, pero una vez
que estuviera saciado de toda esta información privilegiada, de esta
curiosidad infinita, volvería a mi época y querría ver que pasará
mañana. Entonces solo asistiría a una serie de hecho que creo
decadentes y aburrido me centraría en captar el fin de la raza
humana, de nuestro último hálito como comunidad, a nuestra última
mota de polvo, y vería el fin de las estrellas y como unos agujeros
negros comenzarían a devorar a los mas pequeños hasta dejar un mar
oscuro e infinito de radioactividad que se iría enfriando con el
paso de los eones.
Llegado
a este punto querría cambiar la situación y convirtiéndome en mi
propio Dios iría a unas y otras épocas influyendo en la historia,
creando tantas líneas temporales como necesitara a fin de encontrar
un futuro perfecto para la humanidad. Tendría que tener entonces
mucho cuidado con las siguientes paradojas, matiz de los viajes en el
tiempo que me apasiona.
La paradoja del abuelo
Se
parte del supuesto que una persona realiza un viaje
a través del tiempo y mata al padre biológico de su
padre/madre biológico (abuelo del viajero), antes de que éste
conozca a la abuela del viajero y puedan concebir. Entonces, el
padre/madre del viajero (y por extensión, ese viajero) nunca habrá
sido concebido, de tal manera que no habrá podido viajar en el
tiempo; al no viajar al pasado, su abuelo entonces no es asesinado,
por lo que el hipotético viajero sí es concebido; entonces sí
puede viajar al pasado y asesinar a su abuelo, pero no sería
concebido, y así indefinidamente. Esta paradoja es tan apasionante
que se podría debatir largamente y nunca llegaríamos a ningún
punto concreto.
La paradoja del lingote de plata
Para
explicar esta paradoja citaré el ejemplo que se postuló para
facilitar su entendimiento.
Imaginen
que voy al banco y dejo un lingote de plata en mi ubicación personal
(día 1).
Dejo
que pase una semana (día 7), entonces voy a ayer (día 6) y saco mi
lingote de plata. Entonces voy al día 5 y lo vuelvo a sacar y así
hasta el día 2. Haciendo esto obtendría 5 lingotes de plata en
total. ¿Cual es la paradoja? No puede generarse materia de la nada,
todo en nuestra física y química es un intercambio de la misma y
tendriamos 5 lingotes que no solo serían iguales a nivel físico,
sino que también lo serían a nivel atómico con lo cual sería
imposible formar materia de la nada.
Para
acabar, solo comentar que, a parte de las anteriores paradojas que
prohiben que se produzca tal viaje, hay otra perspectiva desde la que se
prohibe, la puramente matemática: la Conjetura de consistencia de
Novikov, elaborada por el astrofísico Igor Novikov a mediados de los
80, y que demuestra (a grandes rasgos) que cualquier evento que
exista, si provoca una paradoja, o cualquier cambio en el pasado,
entonces la probabilidad de que este evento ocurra es cero, es decir,
no puede suceder.